¿Y qué nos decís del matrimonio, maestro?
Habéis nacido juntos y juntos continuaréis para siempre.
Pero dejad que queden espacios en vuestra unión, y permitid que los vientos del Cielo dancen siempre entre vosotros.
Amaos el uno al otro, pero no hagáis un nudo de vuestro amor.
Mejor dejad que sea un Mar que se mueve entre las playas de vuestras almas.
Llenad cada uno la copa del otro, pero no bebáis de la misma copa.
Daros el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis de la misma rebanada.
Estad alegres y cantad y danzad juntos, pero permitid que cada uno de vosotros pueda quedarse solo, como está sola cada cuerda del laud aunque la misma música las haga vibrar.
Dad vuestros corazones, pero no para que uno retenga el del otro.
Y permaneced juntos, pero no demasiado, pues las columnas soportan el templo estando separadas, y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro.»
De Kahlil Gibran «El Profeta»
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photo credit: Gilderic Photography via photopin cc